#DerechoDeportivo
La respuesta a esta pregunta puede ser simple o compleja según el aspecto que se considere. De por sí, hablar sobre lo que es el Derecho puede resultar complicado para los propios abogados dada la riqueza de criterios u opiniones que se presentan al respecto, ni qué decir cuando se trata de explicar al deporte por parte de especialistas, sin olvidar que, como bien señalaban los juristas romanos “Omnis definitio in iure periculosa est” (es decir, “toda definición en Derecho es peligrosa”).
No obstante, en este nuevo espacio trataremos de resolver la interrogante exponiendo brevemente qué podría considerarse como Derecho y luego como Deporte, para después relacionar dichos conceptos, jurídica y deportivamente, y estar en posibilidad de ofrecer al lector un criterio más amplio sobre el particular.
Así, debemos comentar que la palabra Derecho, etimológicamente hablando, proviene del vocablo latino “directum”, que significa lo que es recto, lo que no se desvía a un lado ni a otro. Además, tradicionalmente el Derecho ha sido considerado como: 1) lo justo; 2) una norma o conjunto de normas que rigen la vida del hombre en sociedad, 3) una facultad, y 4) una ciencia. Esto es, hablar de Derecho llevaría implícito el tema de la justicia: darle a cada quien lo que le corresponde; el de la regulación de la conducta del hombre en relación con sus semejantes; el de sus derechos (y deberes), y el de un conocimiento racional sistematizado en torno a este contexto que permite hablar de las disciplinas jurídicas especiales y de la Ciencia del Derecho. Pero el Derecho no se queda ahí, ya que como bien señala el jurista e historiador del derecho italiano, Paolo Grossi, el Derecho propiamente dicho es un “ordenamiento observado”, esto es que como ordenamiento implica la organización (o auto organización) de la sociedad, la cual es observada, seguida con convicción, más que por imposición, por sustentarse en los valores históricos de la propia sociedad. Es ella la que tomando en consideración lo que pasa a través del tiempo, de su historia, la que producirá el Derecho y no necesariamente el Estado.
Igualmente, desde el punto de vista etimológico se ha discutido bastante de dónde proviene la palabra Deporte y hay quien señala que deriva del latín “deportare”, que significa llevar más allá, esto es, alejarse de lo que es cotidiano. Otros hacen referencia a “de portu”, que para los antiguos marinos del mediterráneo “estar de puerto” significaba, divertirse, entretenerse, jugar, dejar lo ordinario. Lo cierto es que si nos apegamos al Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, encontraremos como la segunda acepción (primera en el tiempo), la de “recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre”.