La reducción de las plantillas laborales en las redacciones por el coronavirus, aunado a las estrictas medidas sanitarias en los estadios, arroja un número mínimo de fotógrafos, con solo dos, tres o cuatro compañeros en el terreno de juego, además de otro tanto de reporteros y camarógrafos en el mejor de los casos.
El problema no es el posible monopolio en este tipo de eventos, incluso por las propias medidas de sana distancia oficiales, sino la carencia de oportunidades en otros segmentos de la industria, lejos del futbol, beisbol y basquetbol profesional, lo que evidencia la falta de apertura en otras disciplinas desde siempre, situación que deja en el limbo a cientos de colaboradores de distintos medios que ante la necesidad comienzan a migrar a eventos sociales, culturales o de alguna otra índole.
Por supuesto que es válido hacerlo, pero, ¿dónde quedan los años de dedicación, esfuerzo, preparación y hasta la inversión en el equipo adecuado para cumplir al máximo en la cobertura de un evento deportivo? Esa es la interrogante que espero podamos responder muy pronto con el regreso de las actividades en el medio deportivo, en especial el profesional y de alto rendimiento.
#mktdeportivomx