Marketing Deportivo México

El deporte es un gran negocio

Para Othón Díaz, gerente general de los Diablos Rojos, como entretenimiento o como experiencia, el deporte construye segmentos económicos y ellos fortalecen el suyo

Elías González | @elijahmx
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   Esta semana comenzó una nueva temporada para los Diablos Rojos del México y, al mismo tiempo, sigue firme su proceso de transformación convertirse en un referente más allá del diamante en la Ciudad de México, una marca en evolución con más atractivos, más patrocinadores y, sobretodo, más aficionados.
   “El negocio del deporte es un gran negocio y creo que hay dos troncos fundamentales: el deporte visto como entretenimiento, como el beisbol, el futbol y otros, y el deporte como experiencia vivida, cuando tú lo prácticas, como carreras, triatlones, otro tipo de eventos donde la gente invierte, va y paga y se hacen verdaderos segmentos económicos de una sola disciplina”, afirma Othón Díaz Valenzuela, gerente general de los Diablos Rojos.
   En este proceso la estrategia basada en el marketing deportivo resulta clave para el conjunto capitalino, sin embargo, para Díaz Valenzuela esta industria en el país apenas vive sus primeros pasos, por lo que el trabajo es mayor.
   “La industria de marketing deportivo aún tiene un largo camino por recorrer en México, es algo muy incipiente, se tiene que generar toda una cultura que va desde las empresas hasta los encargados de desarrollar eventos o actividades de carácter deportivo, que entiendan un aspecto de marketing en donde hagan de cada evento, de cada situación deportiva, un producto atractivo para la gente y para las empresas. Mientras eso no se logre los patrocinios y todo lo que tenga que ver con la sponsorización deportiva tendrá un pobre desarrollo”, detalla.
   Tras asumir en enero del 2016 la gerencia general de uno de los equipos más emblemáticos de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), el también autor de “La administración en el deporte” (Paidotribo, 2015) sabe el tamaño del reto, pues un nuevo estadio con un presupuesto de 60 millones de dólares y todo lo que implica, no es algo menor.
   “Si tienes una casa que en principio no cabe la gente que quieres invitar, no tiene dónde estacionarse, tiene una serie de problemáticas porque para empezar no es tuya; ahora aquí todo está cubierto, todo el mundo va a tener algo qué hacer, desde restaurate, bar, muchas cosas que van a cubrir las necesidades de cada una de las personas y con enfoques por día, hay clientes para lunes, martes y miércoles y tal vez viernes, y otro tipo de  sábado y domingo. Es ir adaptando la oferta a la gente que asiste, es algo que nos va a traer buenos dividendos”, afirma.
   Para lograrlo, el nuevo hogar de los Diablos Rojos jugará un papel muy importante al ser una sede propia, con todas las ventajas que puede ofrecer al interior y exterior de la organización.
   “Veo dos diferentes partes. Primero la parte beisbol como deporte, en donde me parece que la situación actual de las grandes ciudades, la competencia en cuanto a espectáculos deportivos y de otra índole en el aspecto entretenimiento, hacen necesaria una revisión del juego en cuanto a tiempos, desempates, número de partidos a la semana. Aparte los Diablos no han tenido una casa propia, donde el beisbol sea lo principal; desde que salimos del Parque del Seguro Social la cantidad de gente llenando las tribunas ha sido cada vez menos y en ese sentido creo que se está solventando con el estadio que está construyendo don Alfredo Harp Helú.
   “Una segunda situación está darle un enfoque no solo en lo deportivo, sino viéndolo como espectáculo, es entretenimiento y solo con la parte deportiva no deja satisfechos a todos y se trata de ampliar (el número de) aficionados a través de vivir experiencias más atractivas, tendremos mayor cantidad visitándonos en un estadio, viéndonos por televisión o por el medio que sea; es en parte la comida, de pasar un buen rato con los amigos, de muchas cosas que son parte de un cúmulo de atractivos”, dijo Díaz Valenzuela.
   Con este concepto, estima el gerente general de los Diablos, no solo se potencia el aspecto deportivo, sino también el atractivo en su conjunto y con la visión de captar más “clientes” potenciales.
   “La meta principal es recuperar la afición en la Ciudad de México, que el estadio se convierta en un referente, quien venga la Ciudad de México y no haya ido al estadio a ver un partido de los Diablos Rojos es casi como no haber ido a la Ciudad de México.
   “Hacer que se convierta en un espectáculo deportivo y una tradición, que sea de interés del público en general a los niveles más altos, tratando de acercarnos lo más posible a lo que hoy es el futbol”, concluye.
“La parte de los patrocinios es un círculo vicioso en el cual hemos entrado, no tenemos un producto lo suficientemente atractivo para ellos y en la medida de que no lo transformemos y no tengamos más gente en las gradas, más gente viéndonos, más personas interesadas en el merchandising de los Diablos, evidentemente las marcas no van a aportar los mismos recursos; el juego, los jugadores, todos se tienen que convertir en un producto en el sentido de satisfacer esas expectativas que son más difíciles de cumplir en los aficionados, y en general de las personas que viven en grandes ciudades como la Ciudad de México”
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Jalisco, por un Clásico memorable

Estiman derrama de 26 millones de pesos en Guadalajara por el Campeonato Mundial de Beisbol que México compartirá con Venezuela, Puerto Rico e Italia

Allan Wolburg | @rockowolf
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   Con una derrama económica estimada de 26 millones de pesos, el Clásico Mundial de Beisbol (WBC, por sus siglas en inglés), llegará este 9 de marzo al Estadio de los Charros de Jalisco, donde se disputarán los juegos del Grupo D de la tercera ronda del certamen.
   Se calcula que la derrama directa gracias al rey de los deportes será de 11 millones de pesos, mientras que indirectamente caerían 15 millones de dólares más de acuerdo con entrevistas de Miguel González González, Director General de Promoción de la Secretaría de Turismo de Jalisco.
   Para los partidos celebrados en Guadalajara los precios de los boletos están entre los 250 y 3 mil pesos por partido individual, mientras que los abonos por los seis encuentros van de los 672 y hasta 30 mil 732 pesos; se calcula que hasta el fin de semana se había vendido el 90 por ciento del total de las localidades para entrar al estadio, cuyo cupo es de 15 mil personas.
   México recibirá a las selecciones de Venezuela, Puerto Rico e Italia en un grupo complicado. La novena sudamericana se encuentra entre las favoritas para pelear por el título con un lineup de terror, mientras que Puerto Rico cayó en la final ante República Dominicana en el 2014 e Italia venció a los locales hace tres años.
   Por la escuadra mexicana destacan Khris Davis y Adrián González, quienes dan una parte media del orden al bat poderosa a los anfitriones, mientras que sobre la lomita contarán con Yovani Gallardo, Jaime García y Joakim Soria, entre otros; los experimentados Marco Estrada y Julio Urías estarían disponibles en la segunda fase.
   La tercera ronda de la eliminatoria es bajo la modalidad de round robin y los dos mejores equipos de cada grupo avanzan a la siguiente fase que será en San Diego, donde se medirán a los que consigan el pase en el Grupo C, el más duro de la competencia en el papel con República Dominicana, Estados Unidos, Canadá y Colombia.
   El Grupo A, con sede en Tokio, está conformado por Japón, Cuba, Australia y China, mientras que el B, con sede en Seúl, incluye a Corea del Sur, China Taipei, Holanda e Israel.
   El Clásico Mundial, celebrado en seis sedes distintas, se disputa cada tres años y participan 16 de las mejores selecciones de beisbol en el mundo; para este año se espera que sea visto por unos mil 200 millones de telespectadores alrededor del mundo.
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Tigres con apellido Valenzuela

El empresario Carlos Peralta Quintero cedió el equipo de beisbol a una leyenda mexicana del llamado rey de los deportes: Fernando “Toro” Valenzuela

Raúl Cruz | @rablue07
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   A finales de la década de los años 70, el sonorense Fernando Valenzuela tomó la decisión más importante de su vida: dejar a los Leones de Yucatán para partir al equipo donde se convertiría en un ícono del beisbol: los Dodgers de Los Ángeles.
   Nunca imaginó que, cuatro décadas después, volvería al sureste mexicano a emprender otra aventura con un lanzamiento que ha hecho ya historia. Tampoco pensó que los 20 mil dólares que ganó como parte de la transacción (de 120 mil dólares) al equipo angelino en ese entonces, serían la base para hoy ser el propietario de una franquicia profesional valuada en 5 millones de dólares.
   Desde el momento en que el ex propietario del equipo, el empresario Carlos Peralta, anunció que el club se encontraba a la venta, al interior de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) se reveló que el costo de los Tigres de Quintana Roo era de 5 millones de dólares, pero que sin activos esenciales como el nombre y tomando en cuenta sólo la franquicia, jugadores y equipo técnico, su valor era de aproximadamente 3 millones de dólares.
   Sin embargo, el “Toro” logró que los Tigres, uno de los 16 conjunto en la liga de paga, se mantuvieran intactos y pudo adquirir todos los derechos gracias a varios acuerdos que incluyen la cooperación del Gobierno del Estado de Quintana Roo para mantenerlos activos.
   Hasta el año pasado la franquicia recibió ayuda por parte de los ex gobernadores Roberto Borge y Félix González Canto por 239.7 millones de pesos en 10 años: en 2010 fueron 16.6 millones; 2011, 28.3 millones; 2012, 28.6 millones; 2013, 32 millones; 2014, 35 millones;  2015, 29.3 millones y en 2016, 19.1 millones de pesos.
   Con el nuevo propietario es importante resaltar que el equipo es una fuente de trabajo importante en Cancún porque se calcula que unas 350 familias dependen de manera directa e indirecta de la operación del estadio Beto Ávila durante los juegos de locales de la franquicia.
   Ahora, en manos del “Toro” Valenzuela queda toda una tradición: el nombre de los Tigres de Cancún, el cual se mantendrá en la LMB y la responsabilidad de seguir dando brillo a este equipo, que al día de hoy es el segundo más ganador en la historia del beisbol de nuestro país.
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