Miles de personas se mueven cada semana en torno a uno de sus ídolos, escondidos tras personajes que trascienden más allá del ring y mantienen viva una tradición que pone a México en el mapa mundial y, además, generan millones de pesos cada año, desde la arena más innovadora en cuanto a infraestructura y tecnología, hasta la más tradicional, todas ven desfilar a miles de fanáticos cada semana.
Ahora, en plena pandemia, sobreviven menos recintos como la arena Puebla, Coliseo Guadalajara, Arena México, Coliseo de la Ciudad de México, Arena Naucalpan, Arena López Mateos, Nezahualcóyotl, la Monumental de Monterrey, Auditorio “Fausto Gutiérrez”, entre otros recintos sagrados en los que se sigue forjando la grandiosa historia de este deporte al recordar las viejas glorias que se vivieron en escenarios como la Pista Arena Revolución, Arena Afición, Arena Isabel o el mítico Toreo de Cuatro Caminos.
Son ya 87 años de seguir en la lucha todos los días y faltan muchas más, pues como decía el narrador Alfonso “Doctor” Morales, ·el luchador es un psicólogo natural que mueve a las masas”.