Marketing Deportivo México

De PPE, Villanos y lucha libre

¡Villano!, ¡Villano!, ¡Villano! Es el grito que se escuchó hace 17 años en la primera función de Pago Por Evento desde la Arena México

Raúl Cruz | @rablue07
staff@mktdeportivomx.com
#mktdeportivomx
   ¡Villano!, ¡Villano!, ¡Villano! Es el grito que suena la noche del 17 de marzo del 2000 en un recinto ubicado en la calle de Dr. Lavista 197 en la Colonia Doctores. Hasta ese día, se pudo afirmar que ahí estaba la Arena México. Pero no, esa ocasión nada que ver con la llamada Catedral de la Lucha Libre porque lo que emergió de esa ovación fue un imponente Toreo de Cuatro Caminos y su fiel afición que lo acompañaba y le rendía su mejor homenaje a una de las grandes estrellas: el Villano III, el gran pantera rosa.
   Acostumbrado a protagonizar grande eventos, el Villano III puede afirmar que a él se debe el alcance de esa lucha: llenar el recinto y protagonizar la primera función de Pago Por Evento (Pay Per View), en ese entonces por el sistema SKY, que realizó el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) con muy buenos resultados.
   La atmósfera de esa noche recordaba los grandes logros del hijo del Potro de Oro, Ray Mendoza. Desde aquel que los hizo despegar de preliminarista -en los rumbos de Naucalpan-  contra La Cobra, hasta el que lo encumbró en contra de Pegasus Kid. Para quienes conocían su andar no había duda que esa noche el ganador sólo tenía un nombre, el suyo.
   Había enfrentado y derrotado a luchadores de gran calado: Perro Aguayo, Sangre Chicana, Rambo, Fishman, Faraón, Solitario, Aníbal, Brazos, Misioneros de la Muerte, Súper Astro… no había porque suponer que esa noche su brillo se apagaría, pero sucedió lo impensable.
   Conformé avanzó la lucha todo se empezó a extinguir, en las gradas una incertidumbre se comenzó a hacer realidad, el luchador de las grandes batallas les recordó a sus seguidores que, antes que nada, era un caballero e iba a cumplir con su palabra.
   Fue entonces que tuvo que entregar su máscara a Atlantis y reír al momento que se deslizaba de sus manos, también tenía motivos para hacerlo porque las lágrimas del público que lo seguía eran suficientes para aplacar las suyas. Podía reír porque aunque salía con la derrota a cuestas el grito seguía: ¡Villano!, ¡Villano!, ¡Villano!.
   Así, hizo recordar que los héroes caen poco a poco, como después le sucedió al coso cuatrocaminero que se fue apagando y de aquellas corridas de toros, funciones de lucha libre, conciertos y demás espectáculos, solo quedó el nombre: El Toreo.
   Justo hoy, 17 de marzo del 2017, el Villano III será reconocido en la función “Dos Leyendas” en la Arena México, pero su verdadero homenaje, el de su afición, la que abarrotó la Catedral de la Lucha Libre, la que lo siguió hasta el final de su carrera en esa lucha en Triple A, se dio hace 17 años nada menos que en una función que, abajo del ring, abriría el paso para el desarrollo de nuevas estrategias comerciales que combinan la transmisión de eventos de paga por televisión y vía internet, con el marketing deportivo que hoy rodea, en mayor o menor medida, a la lucha libre profesional.
×