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¿Cómo juega tu mente dentro de la cancha?

Somos seres biológicos sin duda, pero también psíquicos, razonamos y tenemos emociones que se ponen en juego dentro de un partido y también en la vida pasando por un acto de concentr-acción

Tania Jiménez Narcia | @tanjnarcia
staff@mktdeportivomx.com
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   En deportes de raqueta el lugar que ocupa la mente dentro de la cancha es determinante para lograr un objetivo deportivo. En el frontenis, por ejemplo, los jugadores y jugadoras saben que pegarle a la pelota en el tiempo adecuado, con la postura correcta y estar en la ubicación precisa de la cancha genera no solamente la devolución de una pelota, sino la creación de una jugada que apunta a la construcción del punto y el partido de acuerdo con las debilidades del contrario y las virtudes propias. Así, el dominio del juego supone un arte en el que la conjugación efectiva de ciertos elementos hacen posible su magia.
   Un elemento a destacar es la concentración. Se trata de una variable psicológica que alude al acto de enfocarse en los estímulos necesarios. Desde los torneos infantiles-juveniles, Olimpiadas Nacionales, torneos abiertos y hasta los campeonatos mundiales, existen factores que pueden distraer o no dependiendo de la “concentración” que cada deportista tenga. Pero ¿qué es la concentración? ¿de qué estímulos hablamos? ¿cómo juega tu mente dentro de la cancha?
   La pelota es el elemento sobre el cual gira el partido, sin embargo, no podemos reducir el acto de concentración en sólo fijar la mirada en ella. Otros estímulos también se manifiestan. En forma de lluvia de ideas podemos citar algunos: el público, la familia, la pareja, los jugadores, los rivales, el tipo de cancha, la hora del juego, el número de partidos jugados durante el día, las horas de espera, la velocidad y efectos de la pelota, los diferentes tiros, el sueño de triunfo, la frustración del fracaso, la posición en la gráfica, la ronda que se esté disputando, etcétera.
   Como se aprecia, algunos estímulos son internos y otros externos y remiten, además, a nuestra triple definición como seres biológicos, psíquicos y sociales, todos ellos determinantes para consolidar cada punto dentro de un partido.
   Como seres biológicos cobra importancia tener un entrenamiento físico, técnico y táctico acorde a una planificación previamente establecida. A modo de descripción general podemos pensar que dentro del frontenis predominan jugadas de corta duración y alta intensidad con un espacio de cortos periodos de recuperación, lo que demanda una preparación general y específica de acuerdo con las características de este deporte.
   Sin embargo, es de suma importancia considerar que somos también seres psíquicos, es decir, seres racionales y emocionales que al tiempo que dentro de nuestro cuerpo se generan altas demandas físicas, también se generan altas exigencias psicológicas y, en mayor o menor medida, los elementos antes mencionados aparecen en nuestras mentes.
   Un ejemplo concreto en el frontenis donde se ponen en juego las demandas de tipo psicológico podría ser en la siguiente situación:
   El encuentro va parejo, es el último punto y el juez grita “tanto para partido”, los jugadores se acercan entre ellos y se dan la mano, el público aplaude. ¿Qué sucede en la mente de los cuatro jugadores? ¿Qué piensa el que tiene la pelota en la mano y hará el saque? En el momento del saque puede haber tres opciones: si es corta, se acaba el duelo; si es larga, tiene otro saque y si es un saque bueno, empieza el punto.  De ahí surgen preguntas como ¿qué están pensando los contrincantes? ¿qué pasa por la mente del compañero? 
   La mente está jugando y mientras existen estímulos que se deben discriminar, hay otros que son determinantes para pasar directamente de lo que uno piensa que quiere hacer a la propia acción. Haciendo un juego de palabras podemos decir que el juego de la mente en la cancha pasa por un acto de concentr-acción.
   Una herramienta básica desde la psicología de la actividad física y el deporte que puede aportar a lo anterior es el uso de rejillas numéricas de concentración, en las que el objetivo es encontrar los números del 0 al 100 de manera aleatoria y el deportista debe buscar en el orden indicado dichos números. Este tipo de herramientas aportan datos específicos sobre la concentración de cada deportista y así pueden relacionarse a las situaciones que se generan dentro de un partido.
   Después de hacer el ejercicio con la rejilla, se pregunta al atleta: ¿Qué estrategia usaste para encontrar los números? ¿Buscabas los números de manera aleatoria, horizontal o vertical? ¿Cuál fue la mayor dificultad a la que te enfrentaste?
   Acto siguiente se le consulta ¿cómo te colocas dentro de la cancha? o ¿cómo buscas y encuentras la pelota en la cancha?
   En las respuestas del pelotari podríamos analizar si existe relación entre la forma en la que percibe un estímulo en la rejilla y la estrategia que aplica durante el juego para centrarse en golpear correcta y efectivamente a la pelota ante la presencia de otros estímulos que podrían afectar o no el rendimiento deportivo.
   ¿Has estado a punto de ganar y de pronto “no sabes que pasó”? ¿Cuando no te sientes cómodo en el juego, dejas de pelear el punto? ¿Se te hace difícil cerrar el juego? Durante el juego, ¿escuchas las voces de tus papás, entrenadores o amigos?, ¿aplausos de las gradas?, ¿porras?
   Así, a pesar de todos los factores que rodean un encuentro, debe ponerse énfasis en la capacidad de centrarse en lo específico de la jugada que puede ser la definitiva. Momentos en los que, si bien «arde el corazón», debe moderarse la acción con una serena reflexión calculada. Se dice fácil, pero es un proceso en el que el pelotari debe apoyarse de especialistas en disciplinas aplicadas al deporte en su búsqueda de la excelencia en la cancha y en la vida.
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