Marketing Deportivo México

Sobreviviendo sin el deporte

Quienes amamos el deporte hemos dejado de vivir para empezar a sobrevivir. La pandemia del Covid-19 ha afectado al deporte en la mayoría del planeta. Partidos a puerta cerrada, torneos suspendidos, jornadas aplazadas y máxima precaución en los pocos eventos deportivos que igualmente van a disputarse, son sólo algunas de las medidas de contención adoptadas con miras a salvaguardar la salud de las personas a nivel global.

Flavio Lercari (España)
flercari@alumni.unav.es
#mktdeportivomx
   El origen del coronavirus Covid-19 en Wuhan, China, vino acompañado de un sinfín de teorías que buscan darle cierta lógica a esta pandemia sanitaria. Cuando parecía haberse encontrado una teoría veraz, surgió un vídeo que publicó hace cuatro años la cadena italiana Rai3, el cual desvelaba la posible existencia de un «súper virus pulmonar» creado por «científicos chinos» a partir de «murciélagos y ratones» dentro de un laboratorio en Wuhan, hipótesis que desmintió el conocido virólogo italiano Roberto Burioni, el efecto es inminente, pues el actual virus comenzó a afectar al mundo del deporte con su rápida expansión desde finales del 2019.
   A inicios de año, la Federación Internacional de Atletismo sería la primera federación internacional en actuar ante las noticias provenientes de China y el pasado 29 de enero anunció la cancelación del Mundial en Nanjing, prevista para el 13, 14 y 15 de marzo. Ese mismo día, la Federación Internacional de Esquí suspendía la Copa del Mundo en China y entonces el número de eventos deportivos disminuyó drásticamente empezando por torneos preolímpicos de futbol, basquetbol, boxeo, entre otros, cambiando el plan de cientos y miles de atletas. Un efecto de dominó sin precedentes en el deporte mundial.
   Llegó febrero y el brote del Covid-19 aumentó junto con las medidas de seguridad no solo en el deporte. El automovilismo quitó del calendario la cita de la Fórmula E (campeonato eléctrico) en Sanya; se canceló el Gran Premio de China de Fórmula 1, principalmente por la solicitud de las autoridades de Shanghái, igualmente el circuito femenino de golf decidió posponer al 2021 su visita a China. No era marzo aún y la liga japonesa de futbol ya había decidido aplazar los partidos de la Copa Levain y contemplaba parar la competición hasta el 15 de marzo; el inicio de la K-League (máxima categoría del futbol surcoreano) se pospuso indefinidamente; la Federación de Tenis de Mesa anunciaba el aplazamiento del Mundial en marzo en Busan; la Serie A italiana decidió que el partido entre la Juventus de Turín y el Inter de Milán fuera a puerta cerrada; los partidos clasificatorios de la Copa Davis que enfrentaban a Japón y Ecuador 6 y 7 de marzo pasarían a jugarse sin público; se canceló el Gran Premio de MotoGP en el Circuito Internacional de Losail; etc. El etcétera es largo porque la tendencia al aplazamiento, suspensión y cancelación de eventos deportivos no se ha detenido hasta hoy, al grado de posponer los Juegos Olímpicos Tokio 2020 para el 2021. Las medidas empezaron a ser más restrictivas con la intervención de los gobiernos de distintas naciones, por ejemplo, en Italia suspendieron todos los eventos deportivos hasta el 30 de abril y en España LaLiga hasta nuevo aviso.
   Pese a los efectos que ha tenido el Covid-19 en los eventos deportivos públicos, otros ámbitos dentro del mundo deportivo también se han visto afectados. En la vertiente laboral en España se ha hablado sobre los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs), figura jurídica que ha visto multiplicada su aplicación, llegando a acumularse cientos de miles de expedientes y, con ellos, cientos de miles de trabajadores (incluidos ciertos deportistas) se han visto afectados al verse obligados a pasar al desempleo durante el tiempo que se haya considerado que la actividad está frenada. 
   El FC Barcelona fue el primer gran equipo en anunciar un ERTE colectivo. Los propios jugadores del club, empezando por el capitán Lionel Messi, confirmaron hace unos días una reducción del 70% de su sueldo actual. Otros casos como el de los jugadores del Club Atlético Osasuna o los del Real Betis Balompié han sido incluso más aplaudidos, y es que resulta que a pesar de que sus clubes han evitado a toda costa llevar a cabo ERTEs (pese a la insistencia de la LaLiga de llevarlos a cabo por causa de fuerza mayor), los propios futbolistas han tenido la iniciativa de disminuir su sueldo un 20% y un 15%, respectivamente.

   Entre todo este panorama, surge una oportunidad en el mundo digital y los denominados eSports se han visto «obligados» a lograr una súbita adaptación ante las circunstancias. La mudanza del deporte presencial al digital es innegable e inevitable. Si bien la industria de los deportes electrónicos no es nueva, sí podría considerarse un mundo aún poco explorado. Con el aislamiento social obligatorio que han ordenado muchos gobiernos, tiene la oportunidad perfecta para abrirse un camino más amplio en el espectro deportivo.
   Prueba de ello es LaLiga Santander Fest del 28 de marzo, evento que buscó unir música y deporte en tiempos de pandemia para miles de personas. Diversos deportistas como Rafael Nadal, jugadores de la primera división española y más de 50 artistas internacionales se dieron cita en un festival virtual cuyos fondos (más de 625.000 euros) fueron destinados a la compra de material sanitario en España.
   Y algo similar ha pasado en otras latitudes, pues en esta volcadura del mundo del futbol para ayudar a paliar los efectos negativos del Covid-19, son muchos los deportistas e instituciones que han ofrecido una mano. Lorenzo Insigne (capitán del Nápoles), Federico Bernardeschi (Juventus), la plantilla completa del AC Milán, entre muchos otros, han realizado generosas donaciones, incluso con la donación de 300.000 mascarillas y otros productos sanitarios que realizó el Inter de Milán. Incluso, el CA Osasuna ofreció sus instalaciones al Gobierno de Navarra para combatir el Covid-19.
   Los ejemplos son muchos y, desde el punto de vista del espectador, puede y debe valorarse únicamente de forma positiva. Si bien son muchos los deportistas que han visto afectada incluso su salud por el virus, es motivo de alegría el ver que nuestros héroes dentro del campo de juego lo son también fuera de él. Estas acciones nos ayudan, como público, a gestionar mejor nuestra tristeza por no poder ir a los estadios, a los campos de tenis, de baloncesto, ver competencias por televisión… es hora de empezar a mirar al deporte y a sus protagonistas de otra manera, de levantar la cabeza y saber que nuestra pasión volverá más fuerte que nunca y nosotros con ella.
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