Marketing Deportivo México

La pausa mortal del deporte

El deporte alimenta una poderosa maquinaria que gracias al marketing deportivo mueve a las masas. Hoy, ante un rival inesperado, tuvo que parar en seco y no hay tiempo que perder, las organizaciones deportivas y sus patrocinadores deben adaptarse de súbito a las circunstancias.

Elías González | @elijahmx
staff@mktdeportivomx.com
#mktdeportivomx
   Enfrentamos un rival que no da tregua desde principio de año. Lo mismo puso en jaque al deporte mundial al motivar que se pospusieran los Juegos Olímpicos Tokio 2020 -uno de los platillos principales de la temporada- que ha hecho estragos hasta en el futbol del llano, ese donde tampoco vemos a los cracks del barrio como de costumbre. Así de amplio es el espectro. Amateur o profesional, están paralizados.
   Con el futbol como ejemplo del alcance masivo del deporte-espectáculo, la inquietud ante la indefinición de calendarios de las principales ligas del mundo en Europa, América, Asia… apuntan a junio como el mes en que, al parecer, podría volver a rodar el balón. Pero ante el ante la pandemia del Covid-19 no hay plan -ni vacuna- por ahora.
   A casi dos meses de inactividad global en el mundo del deporte, los efectos ya trastocaron los planes publicitarios en el primer trimestre del año, las pérdidas son incuantificables y amenazan con crecer aún más. Hasta el momento la creatividad es la principal y única arma para sortear la crisis, pues el show, de alguna manera, debe continuar.
   Sin deporte organizado las marcas han hecho de las campañas sociales en torno al coronavirus su principal ventana de exposición, hay que estar presente y la imaginación y sensibilidad juegan un rol clave y no solo ante los cientos de miles de aficionados que siempre ocupamos las gradas cada juego, también de los millones más que estamos detrás de la pantalla en cada cita.
   La poderosa maquinaria financiera está en stand by y en una encrucijada, pues se plantea desde cancelar las temporadas y retomarlas, en el mejor de los casos, en el segundo semestre del año, que volver a puerta cerrada, desde el futbol hasta el automovilismo y demás actividades federadas a nivel internacional. Los propios Juegos Olímpicos, pospuestos para el verano del 2021, aún generan dudas porque, en caso de no existir alguna vacuna, el programa está en riesgo.
   Es momento de reinventarse o morir, no hay tiempo de lamentaciones, es urgente captar la atención de los potenciales clientes de productos y servicios, ofertas por compras anticipadas, promociones 2×1 con la entrega del artículo a domicilio sin costo alguno, la adquisición de paquetes premium al costo básico, más tiempo de navegación en internet en apoyo a la economía e infinidad de acciones tienen trabajando a marchas forzadas a los departamentos de publicidad y mercadotecnia de cientos de sponsors-
   La amenaza es inminente y nadie tiene le respuesta. Con clientes y amigos buscamos ideas, propuestas, qué y cómo mantener activo el negocio, y no somos los únicos, pues los grandes inversionistas, acostumbrados a las sumas millonarias en dólares o euros ven cada día que pasa con la esperanza que sea al último.
   Derechos de transmisión en todo tipo de medios de comunicación, horas y horas de programas en vivo tratan de «llenarse» con glorias del pasado, las campañas de difusión cambiaron de golpe, de las previas pasamos al #QuédateEnCasa y #TeQueremosDeVuelta, la venta de boletos y todo lo que implica -transportación, hospedaje y alimentación-, los productos y servicios -ropa, calzado, equipamiento, nutrición- que forman parte del engranaje están a la espera.
   Como nunca, vivimos y padecemos la pausa mortal del deporte. No tenemos más que pensar que lo que no te mata, te fortalece, y nada como el deporte para demostrarlo.

Sobreviviendo sin el deporte

Quienes amamos el deporte hemos dejado de vivir para empezar a sobrevivir. La pandemia del Covid-19 ha afectado al deporte en la mayoría del planeta. Partidos a puerta cerrada, torneos suspendidos, jornadas aplazadas y máxima precaución en los pocos eventos deportivos que igualmente van a disputarse, son sólo algunas de las medidas de contención adoptadas con miras a salvaguardar la salud de las personas a nivel global.

Flavio Lercari (España)
flercari@alumni.unav.es
#mktdeportivomx
   El origen del coronavirus Covid-19 en Wuhan, China, vino acompañado de un sinfín de teorías que buscan darle cierta lógica a esta pandemia sanitaria. Cuando parecía haberse encontrado una teoría veraz, surgió un vídeo que publicó hace cuatro años la cadena italiana Rai3, el cual desvelaba la posible existencia de un «súper virus pulmonar» creado por «científicos chinos» a partir de «murciélagos y ratones» dentro de un laboratorio en Wuhan, hipótesis que desmintió el conocido virólogo italiano Roberto Burioni, el efecto es inminente, pues el actual virus comenzó a afectar al mundo del deporte con su rápida expansión desde finales del 2019.
   A inicios de año, la Federación Internacional de Atletismo sería la primera federación internacional en actuar ante las noticias provenientes de China y el pasado 29 de enero anunció la cancelación del Mundial en Nanjing, prevista para el 13, 14 y 15 de marzo. Ese mismo día, la Federación Internacional de Esquí suspendía la Copa del Mundo en China y entonces el número de eventos deportivos disminuyó drásticamente empezando por torneos preolímpicos de futbol, basquetbol, boxeo, entre otros, cambiando el plan de cientos y miles de atletas. Un efecto de dominó sin precedentes en el deporte mundial.
   Llegó febrero y el brote del Covid-19 aumentó junto con las medidas de seguridad no solo en el deporte. El automovilismo quitó del calendario la cita de la Fórmula E (campeonato eléctrico) en Sanya; se canceló el Gran Premio de China de Fórmula 1, principalmente por la solicitud de las autoridades de Shanghái, igualmente el circuito femenino de golf decidió posponer al 2021 su visita a China. No era marzo aún y la liga japonesa de futbol ya había decidido aplazar los partidos de la Copa Levain y contemplaba parar la competición hasta el 15 de marzo; el inicio de la K-League (máxima categoría del futbol surcoreano) se pospuso indefinidamente; la Federación de Tenis de Mesa anunciaba el aplazamiento del Mundial en marzo en Busan; la Serie A italiana decidió que el partido entre la Juventus de Turín y el Inter de Milán fuera a puerta cerrada; los partidos clasificatorios de la Copa Davis que enfrentaban a Japón y Ecuador 6 y 7 de marzo pasarían a jugarse sin público; se canceló el Gran Premio de MotoGP en el Circuito Internacional de Losail; etc. El etcétera es largo porque la tendencia al aplazamiento, suspensión y cancelación de eventos deportivos no se ha detenido hasta hoy, al grado de posponer los Juegos Olímpicos Tokio 2020 para el 2021. Las medidas empezaron a ser más restrictivas con la intervención de los gobiernos de distintas naciones, por ejemplo, en Italia suspendieron todos los eventos deportivos hasta el 30 de abril y en España LaLiga hasta nuevo aviso.
   Pese a los efectos que ha tenido el Covid-19 en los eventos deportivos públicos, otros ámbitos dentro del mundo deportivo también se han visto afectados. En la vertiente laboral en España se ha hablado sobre los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs), figura jurídica que ha visto multiplicada su aplicación, llegando a acumularse cientos de miles de expedientes y, con ellos, cientos de miles de trabajadores (incluidos ciertos deportistas) se han visto afectados al verse obligados a pasar al desempleo durante el tiempo que se haya considerado que la actividad está frenada. 
   El FC Barcelona fue el primer gran equipo en anunciar un ERTE colectivo. Los propios jugadores del club, empezando por el capitán Lionel Messi, confirmaron hace unos días una reducción del 70% de su sueldo actual. Otros casos como el de los jugadores del Club Atlético Osasuna o los del Real Betis Balompié han sido incluso más aplaudidos, y es que resulta que a pesar de que sus clubes han evitado a toda costa llevar a cabo ERTEs (pese a la insistencia de la LaLiga de llevarlos a cabo por causa de fuerza mayor), los propios futbolistas han tenido la iniciativa de disminuir su sueldo un 20% y un 15%, respectivamente.

   Entre todo este panorama, surge una oportunidad en el mundo digital y los denominados eSports se han visto «obligados» a lograr una súbita adaptación ante las circunstancias. La mudanza del deporte presencial al digital es innegable e inevitable. Si bien la industria de los deportes electrónicos no es nueva, sí podría considerarse un mundo aún poco explorado. Con el aislamiento social obligatorio que han ordenado muchos gobiernos, tiene la oportunidad perfecta para abrirse un camino más amplio en el espectro deportivo.
   Prueba de ello es LaLiga Santander Fest del 28 de marzo, evento que buscó unir música y deporte en tiempos de pandemia para miles de personas. Diversos deportistas como Rafael Nadal, jugadores de la primera división española y más de 50 artistas internacionales se dieron cita en un festival virtual cuyos fondos (más de 625.000 euros) fueron destinados a la compra de material sanitario en España.
   Y algo similar ha pasado en otras latitudes, pues en esta volcadura del mundo del futbol para ayudar a paliar los efectos negativos del Covid-19, son muchos los deportistas e instituciones que han ofrecido una mano. Lorenzo Insigne (capitán del Nápoles), Federico Bernardeschi (Juventus), la plantilla completa del AC Milán, entre muchos otros, han realizado generosas donaciones, incluso con la donación de 300.000 mascarillas y otros productos sanitarios que realizó el Inter de Milán. Incluso, el CA Osasuna ofreció sus instalaciones al Gobierno de Navarra para combatir el Covid-19.
   Los ejemplos son muchos y, desde el punto de vista del espectador, puede y debe valorarse únicamente de forma positiva. Si bien son muchos los deportistas que han visto afectada incluso su salud por el virus, es motivo de alegría el ver que nuestros héroes dentro del campo de juego lo son también fuera de él. Estas acciones nos ayudan, como público, a gestionar mejor nuestra tristeza por no poder ir a los estadios, a los campos de tenis, de baloncesto, ver competencias por televisión… es hora de empezar a mirar al deporte y a sus protagonistas de otra manera, de levantar la cabeza y saber que nuestra pasión volverá más fuerte que nunca y nosotros con ella.
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