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La Confederaciones y sus grandes héroes: una mirada sociológica del futbol profesional

Como cualquier batalla de futbol en donde participan íconos internacionales como Cristiano, Vidal o “Chicharito”, la población también busca una salida a su realidad.

Tania Jiménez Narcia | @tanjnarcia
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   El futbol genera todo un movimiento social no sólo durante los juegos, sino antes y después de los mismos, por lo que suele mostrar un panorama de la realidad social. En México, un certamen mundial es capaz de suspender actividades laborales y escolares y ubicar a una buena parte de la población en una situación de incertidumbre alrededor de la pregunta ¿quién ganará? (he ahí el éxito de las casas de apuestas). Para nuestro país -y muchos más- el balompié es un deporte que causa  muy diversas emociones, desde la alegría hasta la melancolía o quizá la agresión.
   Marc Auge (2012) menciona que “el fútbol constituye un hecho social porque está relacionado con todos los elementos de la sociedad. Su naturaleza es doble: como práctica y espectáculo”.
   Su práctica está expandida y es considerada, en sí misma, un fenómeno masivo. Y es espectáculo proclive a que el número de espectadores aumente. El espectáculo se convierte en algo de todos, y no solo de un grupo particular. En este sentido, el futbol se transforma en un asunto ritual.
   El futbol es un hecho social porque involucra profundas raíces y devuelve a la gente sentimientos de pertenencia y fraternidad. El escritor Eduardo Galeano (2011) lo explica así: “brinda refugio a quienes no encuentran lugar en el mundo y mucho contribuye al restablecimiento de los lazos solidarios rotos por la cultura del desvinculo que hoy por hoy manda en el mundo”. Entonces, asume una función de ética pública por la solidaridad que fomenta.
   También hay quienes consideran, por el contrario, que el deporte y la educación funcionan como “aparatos ideológicos de estado” en palabras de Louis Althusser, aparatos que sirven para controlar a la población. Y en esta lógica se ubica nuestro amado futbol.
   Otro fenómeno recurrentes tiene que ver con la identificación de los futbolistas cómo ídolos. ¿Por qué sucede eso? ¿Qué está buscando esa persona que construye un héroe y lo encuentra en un deportista: “Chicharito” Hernández, Cristiano, Arturo Vidal, quienes estos días se mostraron en la Copa Confederaciones en Rusia?
   El ideal del yo, dice Freud, se deposita en un ídolo. Es decir, lo que uno quisiera ser lo encarna el líder y hay procesos de “enamoramiento”. No hay mediación, hay una entrega total. Pero la identificación es un proceso psíquico que también ocurre con tus “pares” que van al partido. Pares con los que el individuo tiene un comportamiento donde supone un “alma colectiva”, en palabras de Gustavo Le Bon.
   ¿Y tú, tienes tus héroes del futbol? ¿Quiénes son? ¿Por qué?  ¿Lo has pensado? Eso y mucho más es lo que genera la pasión por el futbol.
Referencias:
  • Auge, Marc (2012). Deporte o gran ritual moderno. Universidad Nacional de Santiago del Estero. Maestría en Estudios Sociales para América Latina. Programa de Investigaciones sobre Trabajo y Sociedad. República Argentina.
  • Galeano, Eduardo. (2011). El futbol a sol y sombra. México, Siglo XXI

5 thoughts on “La Confederaciones y sus grandes héroes: una mirada sociológica del futbol profesional

  1. Hoy se cumplen 100 años de haber visto como una guerra se detuvo entre Alemania e Inglaterra. Ese tipo de impactos nos regala el fútbol. Haciendo una crítica constructiva lo héroes salvan vidas. Los buenos jugadores salvan juegos y nos muestran un modelo estereotipado del bien jugar. Mencionaste tres jugadores de los cuales solo Vidal es merecedor de reconocerle su buen juego su lucha y colaboración para que Chile este donde esta por cierto olvidaste a Bravo quien detuvo 3 penales. «»El fútbol es tan bello que no se presta en todas las piernas «»

  2. Excelente nota Mtra. Tania, un enorme gusto leerla y me fascinaron las preguntas que me remontaron a mi niñez, cuando jugaba a ser «Jorge Campos» cuando con los cuates del barrio, peleabas porque te tocara ser México. Saludos

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